martes, 24 de septiembre de 2013

A. R. La Pesquera (Selaya)




Para llegar hay que dirigirse al barrio La Pesquera, en Selaya. Pasar delante de tres edificios de pisos, de ladrillo, seguir el camino hasta el río, donde acaba el camino está el área.
Aquí se puede dejar estacionado el coche, es lo más cercano al área.

Hasta esta curva se puede llegar en coche, después no hay donde dar vuelta, resulta complicado volver macha atrás por un camino tan estrecho.






Para ver la ubicación exacta pincha AQUÍ

Cuenta con 5 mesas, 5 barbacoas, parque infantil y arboreto.

Está en bonito lugar, con un bucólico pero complicado acceso.


Datos de interés
TORRES, CASONAS Y PALACIOS
Que la mayor parte del patrimonio monumental de Selaya, se trate de casas solariegas o palacios construidos, algunos en torno a antiguas torres defensivas de entre el siglo XIII y XV, no es exclusivo del Municipio de Selaya, sino que se repite en todo el territorio de Cantabria.
El débil reinado de los Trastámara hizo proliferar una ausencia de autoridad regida por una ambición feudal que provocó la proliferación de bandidos y el abuso de poder de los grades señores.
Reyes Católicos
Este acercamiento a la anarquía condujo al establecimiento de numerosas edificaciones de tipo defensivo, entre las que destacan las torres. Con la llegada al poder de los Reyes Católicos se restablece el orden y la justicia, mediante una serie de medidas tan directas como la de destruir las defensas de estas torres. De esta manera acaba en la Montaña el largo periodo de luchas, aunque no de rivalidades entre las familias hidalgas, por lo que la finalidad militar de las nuevas construcciones aún sería patente.
Las torres perdieron su razón de ser ante unas nuevas necesidades, a partir de ahora serían meros recuerdos del pasado y en el mejor de los casos se trataron de habilitar como vivienda. El problema era que resultaban incómodas como hogar, por lo que aquellas que se encontraban en lugares poco propicios, como en caminos solitarios, vados de ríos, desfiladeros…, se abandonan, el resto, la gran mayoría, ubicadas en lugares más apropiados, se transforman en “casas fuertes” conservando su carácter militar. De ahí surgen nuevos edificios rodeando las antiguas torres y apareciendo el tipo de casa que responde al nombre de “casa solariega”.
Tanto los palacios como las casonas responden al mismo patrón en cuanto a elementos como sus dos pisos, la gran portalada, amplio patio o corralada, torre centrada en las antiguas y anexa en las modernas, cuerpo central unido a la torre, capilla si la iglesia estuviera lejos, fachadas principales de sillería y escudos con sus linajes dispuestos a buena vista.
Palacio de Donadío
La diferencia entre palacio y casona estriba en la suntuosidad y riqueza con que se vivió en estas propiedades. Las casonas suelen ser más modestas, con portalada más sencilla y torre maltrecha.
Con el tiempo, distintos elementos se van a ir volviendo típicos en las casonas y palacios. Desde el siglo XVII y durante toda la centuria siguiente, el regreso de los primeros indianos y la ascensión de muchos nobles e hidalgos a puestos importantes de la administración pública y la milicia, provocó un desarrollo en la edificación civil. Se construyen corraladas, lugares cerrados con muros pero a la intemperie, situados delante de las casas solariegas, sobre todo las de labranza. El portón cedió el paso a la portalada, en una puerta con arco sustentando una espadaña con el escudo de la familia. En el siglo XVIII se sustituyó el barandal de madera de las solanas por balconaje de hierro. Aparece también el balcón púlpito, un balcón en semicírculo apoyado en una repisa mensurar de anillos en disminución que rematan en un piñón.

Las casonas y palacios montañeses se encuentran en recintos frecuentemente encerrados por altos muros, a los que se accede por una portalada. Las esquinas del muro se ven reforzadas por cubos rematados en medias esferas o pirámides en los que se suele representar algún blasón. En Selaya existen doce, declarados todos ellos Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumentos, en el año 2002.
Cubo Casona de Linares
Los materiales empleados suelen limitarse a la madera, para los entramados, y a la piedra para los muros, habitualmente en forma de mampostería o sillarejo en el caso de las casonas, en las que el uso de sillares se limitaba a los esquinales y contorno de los vanos. En los palacios el sillar se utilizaba más, no sólo en las esquinas y los huecos, sino en toda su fachada principal, e incluso en alguna otra.
Los escudos de armas son también muy tópicos en este tipo de construcciones. Suelen aparecer en lugares como en el centro de la espadaña de la portalada, en la fachada frontal, en la torre, o en cualquier otro sitio que facilitase una buena visibilidad con la que recordar el origen noble de la familia de la casa.
Casona de Arce
En Selaya tenemos el Palacio de Donadío, monumento insignia del Municipio. En el que se alza una impresionante torre defensiva de época medieval. Otra torre a destacar es la de la Casona de los Miera, también de apariencia muy sólida, pero esta vez no se haya centrada en mitad de la vivienda, sino que se adosa en uno de sus laterales, como sucede en la Casa del Patriarca, también en Selaya. Otras Casonas ubicadas en esta localidad son la Casona de Linares, la del General Barca, la de los Losada y la Casona de la Soledad, antigua residencia del famoso novelista Ricardo León.

Extraído de la página del Auntamiento de Selaya, que cuenta con buena información sobre rutas y excursiones, además de patrimonio natural, gastronomía,... merece la pena echarle un vistazo:

   http://www.ayto-selaya.com/index.php?a=vn

Gastronomía: No se puede hablar de Selaya sin nombrar sus famosísimos sobaos y sus quesadas. Aunque se comercializan en bastantes lugares de Cantabria,  y los distribuyen diariamente, si pasas por Selaya no puedes marchar sin probarlos.









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